El equipo


María Esther Yanavé
Normalista Superior
Desde Cumaribo

Pertenezco a la Etnia Sikuani y soy del Resguardo Aiwakuna Tsepajivo. He enseñado por más de veinte años en escuelas satélites e internados en distintos resguardos del municipio de Cumaribo, Vichada. En mi experiencia como docente he visto la necesidad de fortalecer los programas etnoeducativos ya que en los últimos dos años estos no se han venido aplicando adecuadamente, además la falta de recursos y materiales en escuelas satélites e internados hacen muy difícil la enseñanza.

Me interesa trabajar en conjunto con el colectivo ya que para mí es muy importante el apoyo que puede recibir mi municipio por parte de personas y proyectos que planteen propuestas alternativas para mejorar la calidad de la educación. Una propuesta concreta en la que he venido trabajando desde hace ya ocho años y que me interesaría trabajar en equipo es la creación de un material pedagógico para el aprendizaje de la lengua materna, ya que no existen cartillas o libros en sikuani actualizados que sirvan de apoyo a los docentes en sus clases. En este sentido he desarrollado una cartilla bilingüe sikuani-español con la esperanza de facilitar el proceso de aprendizaje de lecto-escritura de los niños sikuani y campesinos que recién ingresan a la escuela.  


Eliana Hernández
Antropóloga
Universidad de los Andes
Desde Bogotá

Mi experiencia en Piramirí reafirmó mi interés por la educación como herramienta para pensar y construir relaciones distintas, más cercanas, no solo entre nosotros sino también con nuestros entornos. Reiteró también mi convicción por las posibilidades del arte en este camino, por los encuentros que permite y por las infinitas oportunidades que ofrece, para los niños y jóvenes, de imaginar mundos distintos.

He trabajado con comunidades del Putumayo alrededor de la revitalización y transmisión de saberes medicinales. También, en proyectos para la prevención del reclutamiento de niños y jóvenes en grupos armados. Actualmente trabajo en el área de difusión y educación el Museo del Oro, buscando posibilitar nuevas experiencias entre niños, jóvenes y adultos frente al arte prehispánico. Entre mis intereses están también la escritura y la danza.


Lorena Ramírez
Antropóloga
Universidad de los Andes
Desde Cumaribo

Mi experiencia en Cumaribo en el 2011, en Santa Teresita del Tuparro, reforzó mi interés por participar en proyectos relacionados con la educación rural, la autonomía alimentaria y la revaloración de las formas de hacer locales, de aquellas prácticas e iniciativas que funcionan a pequeña escala, creando en ese contexto alternativas de vida, resistencias  y soluciones frente a las realidades y problemas existentes.

He tenido la oportunidad de trabajar y compartir con artesanos y artesanas del Amazonas, Chocó y Cauca; y en el proceso conocer algunas experiencias referentes a etnoeducación, investigación propia y trabajo de las chagras o parcelas. Igualmente, a través de un diplomado de agroecología, tuve la posibilidad de aprender sobre otras dimensiones y conexiones que hacen parte de la problemática territorial. Actualmente estoy trabajando en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en la cabecera municipal de Cumaribo, como docente de filosofía y sociales de los grados noveno, décimo y once, como parte del programa Enseña por Colombia.

Estas experiencias e intereses, sumados al querer continuar trabajando en el Vichada, a la felicidad que me produce el trabajar conjuntamente con chicos y chicas de ambos colegios donde he estado y estoy, con quienes he establecido una relación cercana, que considero tienen un inmenso potencial creativo y las capacidades para incidir en los contextos que habitan, son motivaciones que me convocan a hacer parte de este colectivo.


María Angélica García
Antropóloga y Bióloga
Universidad de los Andes
Desde Bogotá

En marzo del año 2011 obtuve el título de pregrado en Antropología y en agosto de 2012 recibí el título en Biología; ambos otorgados por la Universidad de los Andes. Tengo un gran interés por trabajar con las comunidades sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad, específicamente en el trabajo práctico y teórico en colegios.

Considero que compartir los conocimientos y vivencias propias permite interiorizar distintas formas de manejo y cuidado de la tierra y de los seres que la habitan. Asimismo, tengo una gran inclinación por el trabajo en las áreas de botánica y arqueología. Disfruto de caminatas ecológicas, bailar, hacer música, proyectos de manualidades y todo tipo de deportes.

                                                 
Valentina Peña
Antropóloga
Universidad de los Andes
Desde Londrés

En el último año he tenido la oportunidad de trabajar en diferentes áreas de la antropología, tales como la investigación de mercados, la arqueología, la etnografía y el trabajo pedagógico realizado en el departamento del Vichada.

Mi experiencia en el Theodoro Weijnen rectificó mi interés por trabajar en temas relacionados con el medio ambiente, la biodiversidad, la conservación y la sustentabilidad, y desarrolló en mí un interés por participar en proyectos educativos y pedagógicos. Además de ser una experiencia enriquecedora en el ámbito profesional, tuve un aprendizaje muy valioso a nivel personal. Este trabajo me permitió conocer a varias personas que me abrieron las puertas de sus casas, sus vidas e historias, algo con lo que me siento profundamente agradecida. 

Considero que en el área educativa queda mucho camino por recorrer, sobre todo un camino en el que se tengan en cuenta diferentes discursos y metodologías. Para mí es importante incentivar la creatividad, el conocimiento y la imaginación que tienen los niños de estos internados; y el colectivo es un buen inicio para que se generen estas posibilidades, diálogos y encuentros.


Julián Peláez
Antropólogo e Historiador
Universidad de los Andes
Desde Bogotá

Actualmente estoy realizando mi proyecto de grado en antropología y adelantando mis estudios en historia. Creo que ambas disciplinas permiten como ciencias un acercamiento comprensivo a la complejidad de la realidad social, pero la antropología como práctica nos brinda herramientas para cambiarla. 

En el Vichada pude experimentar la importancia del conocimiento como instrumento de acción y la necesidad de que sea construido desde y para las comunidades. Jugando con los niños en el internado, hablando con los profesores y escuchando a los mayores en las comunidades entendí que no solo se aprende del otro sino con él y creo que esta idea tan simple adquiere un valor enorme en el mundo globalizado de hoy, cuando la excesiva especialización del conocimiento y su sofisticación parecen solo traducirse en inequidad y exclusión social. Espero, con entusiasmo, seguir aprendiendo junto a otros para ser parte del cambio.  

  
Jhon Díaz
Antropólogo
Universidad de los Andes
Desde Bogotá

Candidato a grado en Antropología  de la Universidad de los Andes, interesado en temas relacionados con el medio ambiente, la biodiversidad y las problemáticas generadas por procesos de desarrollo económico.

Mi principal motivación para participar en Pe Jania Ira se fundamenta en buscar la continuidad de los procesos educativos iniciados en 2011 con los estudiantes de colegios ubicados en varias zonas del  Vichada. Esto a partir de alternativas de aprendizaje que vayan más allá de las aulas de clase y las metodologías que se imparten en estos escenarios . En segundo lugar, me llama la atención la manera como el Colectivo busca desarrollar sus iniciativas, pues queremos partir de que toda persona interesada (miembros de la comunidad educativa o personas de la zona de influencia del colegio) vea en los proyectos propuestos una oportunidad de participación activa.

De otra parte, la experiencia que tuve en la Institución Educativa Theodoro Weijnen me aportó muchos aprendizajes, en especial para comprender un poco más las realidades de la Orinoquía Colombiana. Lo anterior ha generado una serie de inquietudes y curiosidades que quiero ir respondiendo desde diversas esferas, principalmente a través de las acciones de Pe Jania Ira y la colaboración de las nuevas amistades que se han ido tejiendo en el Vichada.
                        

Marcela Cely
Bióloga con Maestría en Ciencias Biológicas
Universidad de los Andes
Desde Santa Cruz (California)

Al final sólo conservaremos lo que amamos y solo amaremos lo que entendemos. (Baba Dioum)

Siempre tuve mucha curiosidad sobre la vida y al conocer un poco sobre sus secretos, sentí la necesidad de hacer “más” por conservarla. Considerando el impacto de la agricultura en los patrones de vida silvestre (y doméstica), desarrollé un gran interés por la construcción de sistemas alimenticios justos, abarcando desde la producción de alimentos hasta su distribución y consumo.

Por ese interés he acumulado varias experiencias que han transformado mi visión del mundo, entre ellas estar en el Vichada. Esa estancia cambió la forma de concebir mi vida y mi profesión, y me permitió redescubrir otros mundos que dejan más satisfacciones que las ocupaciones de la vida moderna. Trabajé también en Purificación (Tolima), en un centro de Innovación Regional que educa poblaciones rurales con el propósito de mejorar su calidad de vida y empoderarlas para construir comunidades justas. Actualmente realizo estudios doctorales en la Universidad de California en Santa Cruz, con el objetivo de obtener nuevas herramientas para explorar más la agroecología como estrategia de conservación y de construcción de sistemas alimenticios justos. Sin embargo, quiero volver o dejar algo más de mí en el Vichada. Allí hay un mito: “quien come tortuga, se queda por siempre o muere en el Vichada”. Comí tortuga y aunque ahora estoy en Bogotá, puedo decir que allá una parte de mí se quedará para siempre.


Daniel Giraldo
Antropólogo
Universidad de los Andes
Desde Leticia

Mi interés como antropólogo se centra en explorar las propuestas locales que surgen en contextos llenos de incertidumbre, donde la creación y la fuerza propia desprenden diversidad de intereses y orientaciones. En este caso la educación se convierte en un escenario para explorar dichas alternativas, permite observar nuevos caminos, lugares y sitios que surgen por la experiencia misma de sus habitantes.

Mi experiencia en el Internado Theodoro Weijnen me permitió ver la necesidad de partir desde ese lugar, lo local; y desde ahí preguntarse cómo reorientar los procesos educativos en la región, qué alternativas consideran, o mejor aún, qué esperan de estos procesos las comunidades. Desde mi perspectiva los procesos educativos tienen mucho para brindar en este sentido. A pesar de lo problemáticos que puedan llegar a ser, es en estos donde la postura de las comunidades tiene que entrar en acción, para enriquecerlos y convertirlos en procesos más propios, en procesos que partan de la autogestión, de las iniciativas locales.


Claudia Arbeláez
Antropóloga y Politóloga
Universidad de los Andes
Desde Bogotá

En el 2011 tuve la oportunidad de viajar a la inspección de Santa Rita, en el departamento del Vichada. Allí, trabajé junto a mis compañeros en el Internado Francisco de Paula Santander con estudiantes de las etnias sikuani y piaroa, y con niños "colonos", como ellos mismos se llaman. Fue una experiencia de gran aprendizaje pero sobretodo que me hizo recapacitar sobre lo realmente grande que es Colombia, no sólo en términos de extensión territorial, sino de diversidad y en cuanto al potencial que tienen sus niños y jóvenes en rincones que muchos colombianos ni se imaginan que existen. Niños y jóvenes que estudian en condiciones difíciles, pero que a pesar de las adversidades, están llenos de energía y proyecciones a futuro para salir adelante y hacer que sus comunidades avancen. Como profesional, como colombiana y como persona, fue una experiencia decisiva en mi convicción de la importancia que tiene brindar una educación de calidad para todos los niños y niñas de Colombia, y hacer un especial énfasis en los grupos indígenas que cuentan con unos saberes  invaluables, que es necesario rescatar.

He tenido la oportunidad de trabajar con grupos indígenas en los departamentos de Amazonas, Vichada y Córdoba (Colombia). Mi interés se ha centrado en los diferentes proyectos de desarrollo adelantados en esas zonas y el impacto que tienen a mediano o largo plazo en las comunidades indígenas. De esta forma, he podido confirmar que fortaleciendo la educación desde temprana edad, haciendo énfasis en sus conocimientos tradicionales, se pueden proporcionar herramientas esenciales para garantizar no sólo la supervivencia de estos grupos, sino de retomar el aprecio por el entorno que en muchas ocasiones se ha ido perdiendo por promesas de desarrollo por parte de quienes instauran estos proyectos. Al ser los jóvenes los más atraídos por dichas promesas, es importante encaminar su educación por medio de una revaloración de su cultura y entorno, aprovechándolos para garantizar procesos como la seguridad alimentaria o una explotación sostenible de su medio.


Tatiana Cely
Licenciada en Humanidades y Lenguaje
Universidad Distrital
Desde Bogotá

Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.
(Eduardo Galeano)

Como docente soy una persona comprometida con la educación, con formación investigativa, comunicativa y pedagógica. Mi objetivo primordial es apoyar el desarrollo de sujetos autónomos, responsables, críticos, afectivos, comunicativos y conscientes de la realidad. El hecho de realizar mis estudios profesionales en una universidad pública me ha permitido comprender y conocer muy de cerca la realidad social que muchos estudiantes viven e incluso padecen, así como trabajar para que desde la escuela, el barrio, el campo o el territorio donde cada uno habita se generen proyectos de autogestión y saberes que permitan dignificar la vida de diferentes comunidades, tanto rurales como urbanas. Esto con el fin de construir una historia en la que todos seamos partícipes, una historia con la que todos nos identifiquemos, así no aparezca en los grandes libros universales. Mi amor por el ser humano, por el conocimiento de las diferentes culturas y la oportunidad que se presentó me llevó a “tierras vichadenses”, lugar donde aprendí el significado y valor de la vida indígena y campesina, vista más allá de los libros, películas y noticias. Allí establecí relaciones, compartí conocimientos y experiencias que lograron cambiar mi forma de ser, pensar y trabajar con y por la gente.

Trabajé también con la Universidad Pedagógica Nacional y aunque no es posible comparar este proyecto con la experiencia que viví en el Vichada (pues nada se compara), adquirí conocimientos que me enriquecieron profesionalmente y me permitieron tener otra mirada de la realidad educativa del país. Tengo mucho cariño, mil recuerdos y ganas de trabajar de nuevo en el Vichada no solo porque una parte de mí se ha quedado allí, sino porque valoro y confío inmensamente en la creatividad, las ideas, los proyectos y las ganas de aprender que los niños y niñas de este departamento, del colegio donde estuve, demostraron tener.


Támara Bonilla
Médica Veterinaria
Universidad de la Salle
Desde Leticia

Actualmente me encuentro realizando la maestría en Estudios Amazónicos en la Universidad Nacional de Colombia, en Leticia. Durante el 2011 participé en el programa de pasantías y tuve la oportunidad de viajar al Vichada en dos ocasiones, trabajando con niños y jóvenes de dos internados del municipio de Cumaribo. El primer semestre estuve en el colegio Santa Teresita del Tuparro y el segundo en el Colegio Francisco de Paula Santander.

La experiencia en los dos internados fue bastante enriquecedora para mi vida personal y profesional. Tanto los estudiantes como otras personas con quienes compartí me dejaron enseñanzas que he podido integrar a mi trabajo, el cual ha estado enfocado en las relaciones sociales que se tejen alrededor o en conexión con la fauna silvestre.



Mónica Sarmiento
Licenciada en Lengua Castellana y Humanidades
Universidad Distrital
Desde Bogotá





Duván Rozo
Antropólogo
Universidad Nacional
Desde Bogotá

Me gusta la economía política y hacer análisis de las consecuencias de esta sobre la vida de las personas, después de todo esta es la que define sus oportunidades de subsistencia. La materia antropológica que más me gusta, y en la que tengo más experiencia, es la antropología política: el desenvolvimiento de la vida en comunidad por las relaciones de poder.

En Bogotá, en el año de 1986, vi por primera vez la luz del mundo y el rostro de mi madre. 3.091 gramos según la báscula de la Clínica San Pedro Claver. Flaco y arrugado, según mamá. Me habría gustado ser genetista o neurólogo, pero para ello habría que pasar primero por medicina, y no creo que tenga la edad ni la madera. Por ahora satisfago mi curiosidad con la antropología biológica, de la cual saqué aquel gusto.

Mi próximo paso académico, mi aspiración, es la economía. Me gustaría analizar datos cualitativos de aspectos de la vida cotidiana con herramientas microeconómicas. Por ejemplo: si la alimentación en cierto internado contribuye al mejoramiento del aprendizaje de los estudiantes, si la irrupción de la explotación petrolera mejora los ingresos de los habitantes de cierto municipio, y qué transformaciones trae ello. Con ganas de contribuir a la innovación en los colegios de Vichada, ya estuve en uno: Santa Teresita del Tuparro. Y como los búmeran, quiero volver.


Natalia Sánchez
Ecóloga
Universidad Javeriana
Desde Bogotá

Mi interés se centra en los estudios socio-ecológicos donde el diálogo de saberes es el fundamento para la creación de estrategias sostenibles y viables para el buen uso de los recursos naturales.  Es entonces cuando el reconocimiento de las prácticas locales de las diferentes comunidades se torna en el instrumento principal para la recuperación de prácticas ancestrales, y para que junto con ellos podamos ofrecer alternativas de conservación y manejo óptimo.

El proyecto realizado en la comunidad de Raya en el Vichada reafirmó que dichas estrategias son un puente para la construcción, desde la educación, de grandes ideas que ayuden a valorizar y revitalizar las prácticas, los conocimientos y hasta las diferentes relaciones que se tejen con la naturaleza. En un futuro pretendo fortalecer las áreas de etnobotánica y economía ecológica.