Normalista
Superior
Desde
Cumaribo
Me
interesa trabajar en conjunto con el colectivo ya que para mí es muy importante
el apoyo que puede recibir mi municipio por parte de personas y proyectos que
planteen propuestas alternativas para mejorar la calidad de la educación. Una
propuesta concreta en la que he venido trabajando desde hace ya ocho años y que
me interesaría trabajar en equipo es la creación de un material pedagógico para
el aprendizaje de la lengua materna, ya que no existen cartillas o libros en
sikuani actualizados que sirvan de apoyo a los docentes en sus clases. En este
sentido he desarrollado una cartilla bilingüe sikuani-español con la esperanza
de facilitar el proceso de aprendizaje de lecto-escritura de los niños sikuani
y campesinos que recién ingresan a la escuela.
Eliana
Hernández
Antropóloga
Universidad
de los Andes
Desde
Bogotá
Mi
experiencia en Piramirí reafirmó mi interés por la educación como herramienta
para pensar y construir relaciones distintas, más cercanas, no solo entre
nosotros sino también con nuestros entornos. Reiteró también mi convicción por
las posibilidades del arte en este camino, por los encuentros que permite y por
las infinitas oportunidades que ofrece, para los niños y jóvenes, de imaginar
mundos distintos.
He
trabajado con comunidades del Putumayo alrededor de la revitalización y
transmisión de saberes medicinales. También, en proyectos para la prevención
del reclutamiento de niños y jóvenes en grupos armados. Actualmente trabajo en
el área de difusión y educación el Museo del Oro, buscando posibilitar nuevas
experiencias entre niños, jóvenes y adultos frente al arte prehispánico. Entre
mis intereses están también la escritura y la danza.
Lorena
Ramírez
Antropóloga
Universidad
de los Andes
Desde
Cumaribo
Mi
experiencia en Cumaribo en el 2011, en Santa Teresita del Tuparro, reforzó mi
interés por participar en proyectos relacionados con la educación rural, la
autonomía alimentaria y la revaloración de las formas de hacer locales, de
aquellas prácticas e iniciativas que funcionan a pequeña escala, creando en ese
contexto alternativas de vida, resistencias y soluciones frente a las
realidades y problemas existentes.
Estas
experiencias e intereses, sumados al querer continuar trabajando en el Vichada,
a la felicidad que me produce el trabajar conjuntamente con chicos y chicas de
ambos colegios donde he estado y estoy, con quienes he establecido una relación
cercana, que considero tienen un inmenso potencial creativo y las capacidades
para incidir en los contextos que habitan, son motivaciones que me convocan a
hacer parte de este colectivo.
María
Angélica García
Antropóloga
y Bióloga
Universidad
de los Andes
Desde
Bogotá
En
marzo del año 2011 obtuve el título de pregrado en Antropología y en agosto de
2012 recibí el título en Biología; ambos otorgados por la Universidad de los
Andes. Tengo un gran interés por trabajar con las comunidades sobre la
importancia de la conservación de la biodiversidad, específicamente en el
trabajo práctico y teórico en colegios.
Considero
que compartir los conocimientos y vivencias propias permite interiorizar
distintas formas de manejo y cuidado de la tierra y de los seres que la
habitan. Asimismo, tengo una gran inclinación por el trabajo en las áreas de
botánica y arqueología. Disfruto de caminatas ecológicas, bailar, hacer música,
proyectos de manualidades y todo tipo de deportes.
Valentina
Peña
Antropóloga
Universidad
de los Andes
Desde
Londrés
En
el último año he tenido la oportunidad de trabajar en diferentes áreas de la
antropología, tales como la investigación de mercados, la arqueología, la
etnografía y el trabajo pedagógico realizado en el departamento del Vichada.
Mi
experiencia en el Theodoro Weijnen rectificó mi interés por trabajar en temas
relacionados con el medio ambiente, la biodiversidad, la conservación y la
sustentabilidad, y desarrolló en mí un interés por participar en proyectos
educativos y pedagógicos. Además de ser una experiencia enriquecedora en el
ámbito profesional, tuve un aprendizaje muy valioso a nivel personal. Este
trabajo me permitió conocer a varias personas que me abrieron las puertas de
sus casas, sus vidas e historias, algo con lo que me siento profundamente
agradecida.
Considero
que en el área educativa queda mucho camino por recorrer, sobre todo un camino
en el que se tengan en cuenta diferentes discursos y metodologías. Para mí es
importante incentivar la creatividad, el conocimiento y la imaginación que
tienen los niños de estos internados; y el colectivo es un buen inicio para que
se generen estas posibilidades, diálogos y encuentros.
Julián
Peláez
Antropólogo
e Historiador
Universidad
de los Andes
Desde
Bogotá
Actualmente
estoy realizando mi proyecto de grado en antropología y adelantando mis
estudios en historia. Creo que ambas disciplinas permiten como ciencias un
acercamiento comprensivo a la complejidad de la realidad social, pero la
antropología como práctica nos brinda herramientas para cambiarla.
En
el Vichada pude experimentar la importancia del conocimiento como instrumento
de acción y la necesidad de que sea construido desde y para las comunidades.
Jugando con los niños en el internado, hablando con los profesores y escuchando
a los mayores en las comunidades entendí que no solo se aprende del otro sino
con él y creo que esta idea tan simple adquiere un valor enorme en el mundo
globalizado de hoy, cuando la excesiva especialización del conocimiento y su
sofisticación parecen solo traducirse en inequidad y exclusión social. Espero,
con entusiasmo, seguir aprendiendo junto a otros para ser parte del
cambio.
Jhon
Díaz
Antropólogo
Universidad
de los Andes
Desde
Bogotá
Candidato
a grado en Antropología de la Universidad de los Andes, interesado en
temas relacionados con el medio ambiente, la biodiversidad y las problemáticas
generadas por procesos de desarrollo económico.
Mi
principal motivación para participar en Pe Jania Ira se fundamenta en buscar la
continuidad de los procesos educativos iniciados en 2011 con los estudiantes de
colegios ubicados en varias zonas del Vichada. Esto a partir de
alternativas de aprendizaje que vayan más allá de las aulas de clase y las
metodologías que se imparten en estos escenarios . En segundo lugar, me llama
la atención la manera como el Colectivo busca desarrollar sus iniciativas, pues
queremos partir de que toda persona interesada (miembros de la comunidad
educativa o personas de la zona de influencia del colegio) vea en los proyectos
propuestos una oportunidad de participación activa.
De
otra parte, la experiencia que tuve en la Institución Educativa Theodoro
Weijnen me aportó muchos aprendizajes, en especial para comprender un poco más
las realidades de la Orinoquía Colombiana. Lo anterior ha generado una serie de
inquietudes y curiosidades que quiero ir respondiendo desde diversas esferas,
principalmente a través de las acciones de Pe Jania Ira y la colaboración de
las nuevas amistades que se han ido tejiendo en el Vichada.
Marcela
Cely
Bióloga
con Maestría en Ciencias Biológicas
Universidad
de los Andes
Desde
Santa Cruz (California)
Al
final sólo conservaremos lo que amamos y solo amaremos lo que entendemos. (Baba
Dioum)
Siempre
tuve mucha curiosidad sobre la vida y al conocer un poco sobre sus secretos,
sentí la necesidad de hacer “más” por conservarla. Considerando el impacto de
la agricultura en los patrones de vida silvestre (y doméstica), desarrollé un
gran interés por la construcción de sistemas alimenticios justos, abarcando
desde la producción de alimentos hasta su distribución y consumo.
Por
ese interés he acumulado varias experiencias que han transformado mi visión del
mundo, entre ellas estar en el Vichada. Esa estancia cambió la forma de
concebir mi vida y mi profesión, y me permitió redescubrir otros mundos que
dejan más satisfacciones que las ocupaciones de la vida moderna. Trabajé también
en Purificación (Tolima), en un centro de Innovación Regional que educa
poblaciones rurales con el propósito de mejorar su calidad de vida y
empoderarlas para construir comunidades justas. Actualmente realizo estudios
doctorales en la Universidad de California en Santa Cruz, con el objetivo de
obtener nuevas herramientas para explorar más la agroecología como estrategia
de conservación y de construcción de sistemas alimenticios justos. Sin embargo,
quiero volver o dejar algo más de mí en el Vichada. Allí hay un mito: “quien
come tortuga, se queda por siempre o muere en el Vichada”. Comí tortuga y
aunque ahora estoy en Bogotá, puedo decir que allá una parte de mí se quedará
para siempre.
Daniel
Giraldo
Antropólogo
Universidad
de los Andes
Desde
Leticia
Mi
interés como antropólogo se centra en explorar las propuestas locales que
surgen en contextos llenos de incertidumbre, donde la creación y la fuerza
propia desprenden diversidad de intereses y orientaciones. En este caso la
educación se convierte en un escenario para explorar dichas alternativas,
permite observar nuevos caminos, lugares y sitios que surgen por la experiencia
misma de sus habitantes.
Mi
experiencia en el Internado Theodoro Weijnen me permitió ver la necesidad de
partir desde ese lugar, lo local; y desde ahí preguntarse cómo reorientar los
procesos educativos en la región, qué alternativas consideran, o mejor aún, qué
esperan de estos procesos las comunidades. Desde mi perspectiva los procesos
educativos tienen mucho para brindar en este sentido. A pesar de lo
problemáticos que puedan llegar a ser, es en estos donde la postura de las
comunidades tiene que entrar en acción, para enriquecerlos y convertirlos en
procesos más propios, en procesos que partan de la autogestión, de las iniciativas
locales.
Claudia
Arbeláez
Antropóloga
y Politóloga
Universidad
de los Andes
Desde
Bogotá
En
el 2011 tuve la oportunidad de viajar a la inspección de Santa Rita, en el
departamento del Vichada. Allí, trabajé junto a mis compañeros en el Internado
Francisco de Paula Santander con estudiantes de las etnias sikuani y piaroa, y
con niños "colonos", como ellos mismos se llaman. Fue una experiencia
de gran aprendizaje pero sobretodo que me hizo recapacitar sobre lo realmente
grande que es Colombia, no sólo en términos de extensión territorial, sino de
diversidad y en cuanto al potencial que tienen sus niños y jóvenes en rincones
que muchos colombianos ni se imaginan que existen. Niños y jóvenes que estudian
en condiciones difíciles, pero que a pesar de las adversidades, están llenos de
energía y proyecciones a futuro para salir adelante y hacer que sus comunidades
avancen. Como profesional, como colombiana y como persona, fue una experiencia
decisiva en mi convicción de la importancia que tiene brindar una educación de
calidad para todos los niños y niñas de Colombia, y hacer un especial énfasis
en los grupos indígenas que cuentan con unos saberes invaluables, que es
necesario rescatar.
He
tenido la oportunidad de trabajar con grupos indígenas en los departamentos de
Amazonas, Vichada y Córdoba (Colombia). Mi interés se ha centrado en los
diferentes proyectos de desarrollo adelantados en esas zonas y el impacto que
tienen a mediano o largo plazo en las comunidades indígenas. De esta forma, he
podido confirmar que fortaleciendo la educación desde temprana edad, haciendo
énfasis en sus conocimientos tradicionales, se pueden proporcionar herramientas
esenciales para garantizar no sólo la supervivencia de estos grupos, sino de
retomar el aprecio por el entorno que en muchas ocasiones se ha ido perdiendo
por promesas de desarrollo por parte de quienes instauran estos proyectos. Al
ser los jóvenes los más atraídos por dichas promesas, es importante encaminar
su educación por medio de una revaloración de su cultura y entorno,
aprovechándolos para garantizar procesos como la seguridad alimentaria o una
explotación sostenible de su medio.
Tatiana
Cely
Licenciada
en Humanidades y Lenguaje
Universidad
Distrital
Desde
Bogotá
Ojalá
podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la
condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos
terminados.
(Eduardo
Galeano)
Como
docente soy una persona comprometida con la educación, con formación
investigativa, comunicativa y pedagógica. Mi objetivo primordial es apoyar el
desarrollo de sujetos autónomos, responsables, críticos, afectivos,
comunicativos y conscientes de la realidad. El hecho de realizar mis estudios
profesionales en una universidad pública me ha permitido comprender y conocer
muy de cerca la realidad social que muchos estudiantes viven e incluso padecen,
así como trabajar para que desde la escuela, el barrio, el campo o el
territorio donde cada uno habita se generen proyectos de autogestión y saberes
que permitan dignificar la vida de diferentes comunidades, tanto rurales como
urbanas. Esto con el fin de construir una historia en la que todos seamos
partícipes, una historia con la que todos nos identifiquemos, así no aparezca
en los grandes libros universales. Mi amor por el ser humano, por el
conocimiento de las diferentes culturas y la oportunidad que se presentó me
llevó a “tierras vichadenses”, lugar donde aprendí el significado y valor de la
vida indígena y campesina, vista más allá de los libros, películas y noticias.
Allí establecí relaciones, compartí conocimientos y experiencias que lograron
cambiar mi forma de ser, pensar y trabajar con y por la gente.
Trabajé
también con la Universidad Pedagógica Nacional y aunque no es posible comparar
este proyecto con la experiencia que viví en el Vichada (pues nada se compara),
adquirí conocimientos que me enriquecieron profesionalmente y me permitieron
tener otra mirada de la realidad educativa del país. Tengo mucho cariño, mil
recuerdos y ganas de trabajar de nuevo en el Vichada no solo porque una parte
de mí se ha quedado allí, sino porque valoro y confío inmensamente en la
creatividad, las ideas, los proyectos y las ganas de aprender que los niños y
niñas de este departamento, del colegio donde estuve, demostraron tener.
Támara
Bonilla
Médica
Veterinaria
Universidad
de la Salle
Desde
Leticia
Actualmente
me encuentro realizando la maestría en Estudios Amazónicos en la Universidad
Nacional de Colombia, en Leticia. Durante el 2011 participé en el programa de
pasantías y tuve la oportunidad de viajar al Vichada en dos ocasiones,
trabajando con niños y jóvenes de dos internados del municipio de Cumaribo. El
primer semestre estuve en el colegio Santa Teresita del Tuparro y el segundo en
el Colegio Francisco de Paula Santander.
La
experiencia en los dos internados fue bastante enriquecedora para mi vida
personal y profesional. Tanto los estudiantes como otras personas con quienes
compartí me dejaron enseñanzas que he podido integrar a mi trabajo, el cual ha
estado enfocado en las relaciones sociales que se tejen alrededor o en conexión
con la fauna silvestre.
Licenciada
en Lengua Castellana y Humanidades
Universidad
Distrital
Desde
Bogotá
Duván
Rozo
Antropólogo
Universidad
Nacional
Desde
Bogotá
Me
gusta la economía política y hacer análisis de las consecuencias de esta sobre
la vida de las personas, después de todo esta es la que define sus
oportunidades de subsistencia. La materia antropológica que más me gusta, y en
la que tengo más experiencia, es la antropología política: el desenvolvimiento
de la vida en comunidad por las relaciones de poder.
En
Bogotá, en el año de 1986, vi por primera vez la luz del mundo y el rostro de
mi madre. 3.091 gramos según la báscula de la Clínica San Pedro Claver. Flaco y
arrugado, según mamá. Me habría gustado ser genetista o neurólogo, pero para
ello habría que pasar primero por medicina, y no creo que tenga la edad ni la
madera. Por ahora satisfago mi curiosidad con la antropología biológica, de la
cual saqué aquel gusto.
Mi
próximo paso académico, mi aspiración, es la economía. Me gustaría analizar
datos cualitativos de aspectos de la vida cotidiana con herramientas
microeconómicas. Por ejemplo: si la alimentación en cierto internado contribuye
al mejoramiento del aprendizaje de los estudiantes, si la irrupción de la
explotación petrolera mejora los ingresos de los habitantes de cierto
municipio, y qué transformaciones trae ello. Con ganas de contribuir a la
innovación en los colegios de Vichada, ya estuve en uno: Santa Teresita del
Tuparro. Y como los búmeran, quiero volver.
Natalia
Sánchez
Ecóloga
Universidad
Javeriana
Desde
Bogotá
Mi
interés se centra en los estudios socio-ecológicos donde el diálogo de saberes
es el fundamento para la creación de estrategias sostenibles y viables para el
buen uso de los recursos naturales. Es entonces cuando el reconocimiento
de las prácticas locales de las diferentes comunidades se torna en el
instrumento principal para la recuperación de prácticas ancestrales, y para que
junto con ellos podamos ofrecer alternativas de conservación y manejo óptimo.
El
proyecto realizado en la comunidad de Raya en el Vichada reafirmó que dichas
estrategias son un puente para la construcción, desde la educación, de grandes
ideas que ayuden a valorizar y revitalizar las prácticas, los conocimientos y
hasta las diferentes relaciones que se tejen con la naturaleza. En un futuro
pretendo fortalecer las áreas de etnobotánica y economía ecológica.